El agua y el saneamiento, como necesidades absolutas para las personas, el planeta y la prosperidad, son elementos fundamentales del desarrollo sostenible. En el caso de nuestro país, según datos registrados en el Censo de Población y Vivienda 2010, el 92.5% de la población tiene cobertura de agua potable por medio de fuentes de abastecimiento como:
Es necesario intensificar las acciones encaminadas a incrementar la eficiencia en la distribución del agua. La reducción de pérdidas por fugas en redes (40-48 %), minimiza los costos operativos de la producción de agua y facilita el cumplimiento de metas de aumento de cobertura. De igual manera, requerimos aumentar las tasas de micromedición (44%) y de macromedición (37%).
Adicionalmente, se deberá evaluar un ajuste en las tarifas del prestador de servicios a nivel nacional (IDAAN), las cuales datan de hace 34 años, considerando sistemas de medición, facturación y cobro que permitan cubrir los costos operativos y mantenimiento de los sistemas e infraestructuras, incluyendo la renovación de las mismas.
Paralelamente, es necesario impulsar una cultura de uso eficiente, responsable y compartido del agua, y por otra parte realizar evaluaciones de costos de acceso universal ininterrumpido de agua de calidad y servicios de saneamiento.
Proteger, recuperar y conservar las fuentes de agua para garantizar el aprovisionamiento, tomando en cuenta los cambios del clima y su impacto en la producción y calidad del agua dulce.