Asegurar la disponibilidad hídrica es tener cuencas saludables, lo que redunda en calidad de agua y en el mantenimiento funcional de los ecosistemas.
La protección de las fuentes de agua es un componente esencial de la seguridad hídrica para todos los usos.
La contaminación de las aguas superficiales o subterráneas, la degradación de salud ecológica, y la pérdida de la biodiversidad y humedales, con lleva grandes repercusiones en el plano económico, social y ambiental.
Estos incluyen riesgos para la salud, pérdida de los servicios ecosistémicos, y la reducción de suministro de agua.
En este sentido, el ordenamiento territorial de las cuencas y la adecuada planificación del aprovechamiento, restauración y conservación de sus recursos constituye un método eficaz para identificar maneras de lograr la protección del agua.
Para su ejecución se han identificado 30 proyectos por diversas instituciones. Las instituciones líderes para gestionar esta Meta son MiAMBIENTE, MIDA y la ACP en la Cuenca del Canal. A continuación se presentan las siguientes acciones concretas:
Se identificaron 9 proyectos, con una ejecución a corto plazo. De las inversiones previstas a corto plazo se han previsto a ejecutarse entre 2015 y 2018.
Planes de manejo y gestión integrada de cuencas:
Monitoreo de calidad de agua para consumo humano y agua cruda y mantener actualizada la base de datos accesible a los usuarios es una acción necesaria para conocer el estado de conservación de las cuencas.
Monitoreo de calidad de agua
Estas línea de acción está orientada a prevenir la contaminación en cuerpos de agua superficiales y fuentes subterráneas. Se identificaron 5 proyectos para implementar este programa.
Mecanismos de prevención de la contaminación